Numancia y Valladolid firmaron tablas (3-3) en un partido que los sorianos pudieron ganar al final
El C. D. Numancia y el Valladolid empataron a tres goles en un partido que tuvo dos partes muy distintas. La primera finalizó sin goles, con dos equipos que se vigilaron mutuamente, muy pendientes de no cometer errores en la creación del juego y bien armados para las segundas jugadas.
La reanudación ofreció en cambio un partido loco, jugado de tú a tú y en el que los dos equipos se desataron de cualquier corsé táctico para buscar la portería rival sin pensar en sus espaldas. El primer gol de Óscar desató todas las hostilidades. El Numancia se vió vencido en el marcador y se hizo un equipo mucho más vistoso, más agresivo y con la fortuna necesaria para empatar cinco minutos después con un gol de Del Pino.
La igualada no hizo sino agudizar el ida y vuelta en el encuentro y ahí el Numancia se sintió más cómodo que los vallisoletanos. A pesar de que el Valladolid volvió a ponerse por delante con un gol de Culebras en propia puerta a la salida de un córner, Ibrahima, con dos golazos, sobre todo el segundo, dio la vuelta al partido para los sorianos, que a falta de un cuarto de hora para el final dominaban por 3-2.
Luego llegó el protagonismo arbitral para acabar de enfadar a la parroquia rojilla hasta el último minuto. Sancionó penalti contra el Numancia en una jugada sin peligro alguno que, presuntamente, Culebras jugó con la mano, y ya con 3-3 en el marcador tras la pena máxima materializada por Nauzet y en el último minuto del partido escamoteó un gol al Numancia por presunto fuera de juego de Nagore. Hubiera sido un digno final para una segunda parte tan loca como divertida, tan apasionante para el público como detestable para la mayoría de los entrenadores.
Fuente: www.cdnumancia.com
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